La aromaterapia, como la farmacología, es inseparable de la toxicología. La toxicología es la ciencia de los venenos; se puede resumir en una sola frase: “¡Lo importante es la dosis! "
Al usar sustancias activas, hay que tener en cuenta este precepto de Theophraste von Hohenheim, conocido como Paracelso (1493-1541): “Si quieres explicar con precisión la acción de cada veneno, entonces debes pregunta qué no es veneno? Todas las sustancias son venenosas y ninguna es inofensiva. Es la dosis que hace que una sustancia no sea tóxica. "
Por tanto, cualquier sustancia sería potencialmente tóxica, y esta toxicidad estaría ligada a la dosis administrada. Sin embargo, la veracidad de este razonamiento depende de la dosis que llega a un órgano determinado, es decir, de su perfil toxicococinético (destino de la sustancia en el organismo) y toxicocodinámico (acción sobre su diana).
Este resultado es la combinación de :
Habiéndose beneficiado el uso de aceites esenciales de un cierto resurgimiento del interés entre la población, el riesgo de intoxicación ha aumentado de forma paralela.
La aromaterapia es una terapia con aceites esenciales. Es el uso de compuestos aromáticos extraídos de plantas con fines médicos. Esto lo diferencia de la medicina a base de hierbas que hace uso de todos los elementos de una planta.
Se utiliza un concentrado de plantas; no es medicina alternativa ; Existen muchas contraindicaciones y precauciones de uso.
Los aceites esenciales son productos de composición compleja que contienen ingredientes activos volátiles contenidos en plantas. Para obtenerlos, la Farmacopea Francesa reconoce hoy dos métodos:
Nota : Dependiendo de la parte tratada, una misma planta puede dar diferentes aceites esenciales . El análisis de un aceite esencial por cromatografía permite conocer sus compuestos. Los principales son terpenos, carburos sesquiterpénicos, alcoholes, mezclas de ésteres y alcoholes, aldehídos, cetonas, éteres, etc.
Cada aceite esencial debe identificarse mediante 3 criterios :
Ejemplos :
Es por eso que solo un aceite esencial claramente definido por estos 3 criterios puede usarse de manera segura en la terapia.
Los aceites esenciales no son productos inofensivos. Son lipofílicos, por lo que se absorben rápidamente, ya sea por vía respiratoria, cutánea o digestiva.
Los aceites esenciales utilizados en terapia deben registrarse en la Farmacopea Francesa, donde se publican las normas fisicoquímicas.
El proveedor debe poder presentar, para cada OE, un perfil químico realizado por cromatografía de gases (CG) y que defina los rangos de constituyentes considerados importantes para un aceite esencial determinado.
Los aceites esenciales son muy volátiles, se oxidan fácilmente y son fotosensibles y sensibles al calor. Es por eso que deben almacenarse lejos de la luz, el calor y especialmente el oxígeno del aire.