Con el inicio del invierno y el frío, se produce toda una serie de patologías denominadas “invernales”: amigdalitis, bronquitis, gripe, resfriados, dolores de garganta y otras alegrías de la temporada invernal.
Comúnmente utilizado para prevenir infecciones repetidas como rinovirus u otros trastornos otorrinolaringológicos, la función de una sustancia llamada inmunoestimulante es estimular las defensas inmunológicas del cuerpo, para permitirle combatir infecciones.
Fortalecer tu sistema inmunológico significa actuar sobre tu estilo de vida (cambiar tu dieta, preservar el sueño, practicar actividad física, etc.).
También podemos utilizar determinados productos naturales :
La inmunidad se refiere a la capacidad del cuerpo para defenderse de sustancias que amenazan su correcto funcionamiento o supervivencia. Estas amenazas pueden ser virus, bacterias, hongos o parásitos, células que se han vuelto cancerosas o un cuerpo extraño como una astilla, por ejemplo.
En este contexto, las estaciones frías que coinciden con una circulación más fuerte de virus generalmente no son bienvenidas por el cuerpo. Si la inmunidad está a media asta a medida que se acerca el invierno, no es sin razón. En algunas personas, la producción de serotonina disminuye entre el otoño y el invierno y provoca la aparición del síndrome depresivo, fatiga y estrés. Sin embargo, esta hormona es secretada no solo por las neuronas, sino también por las células del sistema inmunológico, y más del 95% de la serotonina no es producida por el cerebro sino por el intestino.
Por lo tanto, no es raro tener antojos de azúcar, especialmente al final del día y por la noche, cuando los días son cada vez más cortos y la luz es menor. El cuerpo intenta compensar la disminución de serotonina en el cerebro. Por lo tanto, aumentar la producción de serotonina es combatir el estrés y, por lo tanto, estimular su sistema inmunológico.
Algunas personas por su edad, una patología crónica o factores genéticos tienen un sistema inmunológico deficiente que no responde eficazmente a diversas agresiones externas.
Desde los albores de los tiempos, toda nuestra programación biológica se ha centrado en 2 actividades bien definidas :
Un conjunto complejo que involucra a muchos órganos (llamados órganos linfoides) distribuidos por todo el cuerpo, nuestro sistema inmunológico nos protege constantemente contra muchas amenazas. Un pequeño fracaso y la enfermedad se activa.
Hoy sabemos mejor cómo ayudar al cuerpo a protegerse durante la estación fría. Los especialistas en inmunidad y nutrición están trabajando para desarrollar estrategias efectivas.