La homeopatía es un método sanitario natural basado en el principio de similitud, según el cual una sustancia que provoca síntomas similares a los de una enfermedad en un individuo sano puede utilizarse para tratar esa enfermedad en un individuo enfermo. Este enfoque terapéutico se utiliza cada vez más para tratar una amplia gama de afecciones, como la bronquitis, la bronquiolitis y las enfermedades pulmonares.
La bronquitis es la inflamación de los bronquios, que llevan el aire a los pulmones. Pueden ser agudas o crónicas y suelen estar causadas por infecciones respiratorias como resfriados o gripe. Los síntomas de la bronquitis incluyen tos persistente, dificultades respiratorias, dolores de cabeza y fiebre.
En el tratamiento de la bronquitis aguda, la homeopatía puede utilizarse sola o como complemento de los tratamientos convencionales, como los antibióticos. En función de los síntomas que presente cada paciente, pueden prescribirse distintos medicamentos homeopáticos. Por ejemplo, la Bryonia suele utilizarse para la tos seca e irritante, mientras que la Pulsatilla suele recomendarse para la tos grasa y los esputos profusos.
En caso de bronquitis crónica, la homeopatía puede utilizarse como tratamiento de fondo para reforzar el sistema inmunitario y ayudar a prevenir las recaídas. El fósforo se recomienda a menudo para la tos seca y las dificultades respiratorias, mientras que el Ferrum phosphoricum se utiliza a menudo para reforzar las defensas del organismo y prevenir las infecciones respiratorias recurrentes.
Las enfermedades pulmonares, como el asma o la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), son enfermedades crónicas que afectan a los pulmones y los bronquios. Suelen estar causadas por factores ambientales como la contaminación atmosférica y el tabaquismo, y se caracterizan por dificultades respiratorias, tos persistente y falta de aliento.
La bronquitis es una inflamación de los bronquios que se manifiesta por una tos acompañada de expectoración.
Este trastorno muy frecuente puede dividirse en dos tipos: bronquitis aguda y bronquitis crónica.
La inflamación dificulta la respiración, ya que las paredes de los bronquios se hinchan y producen grandes cantidades de mucosidad. La homeopatía dispone de varias armas para combatir los problemas respiratorios y la bronquitis de forma natural.
Cuando la tos es grasa, nuestros farmacéuticos aconsejan tomar Aviaire 9 CH, 1 monodosis sistemáticamente al inicio del tratamiento, de 4 a 6 veces al día según la intensidad de los síntomas;
En función de los síntomas asociados, se recomienda tomar 5 gránulos de :
La bronquiolitis es una inflamación de los bronquiolos pulmonares que afecta a los niños menores de dos años todos los años en invierno. Muy a menudo causada por un virus más conocido como virus respiratorio sincitial, la bronquiolitis es una enfermedad contagiosa que comienza con un resfriado, antes de desembocar en episodios espasmódicos de tos y congestión bronquial, a veces acompañados de sibilancias. En casos extremos, esta afección respiratoria aguda puede requerir hospitalización si los síntomas persisten y empeoran. Sin embargo, cuando se trata a tiempo, la enfermedad evoluciona con bastante rapidez y suele desaparecer en una semana. La bronquiolitis debe tratarse con sesiones de fisioterapia destinadas a despejar las vías respiratorias drenando la mucosidad acumulada. Sin embargo, es posible obtener mejores resultados con un tratamiento homeopático, que ayuda a despejar los bronquios al tiempo que limita el riesgo de bronquiolitis recurrente.
Desde la aparición de los primeros síntomas, hay que administrar al lactante o al niño pequeño 5 gránulos de Blatta orientalis 5 CH y 5 gránulos deIpeca 7 CH cada hora, hasta que la intensidad del ataque disminuya progresivamente. Cuando los síntomas comiencen a remitir, será necesario adaptar la posología reduciendo gradualmente la frecuencia de las tomas. En caso de fisioterapia respiratoria, será posible optimizar el drenaje logrado durante las sesiones utilizando remedios a base deAntimonium tartaricum o Drosera rotundifolia.
En materia de prevención, los remedios tradicionalmente recomendados se basan generalmente en Calcarea carbonica ostrearum,Aviaire o Sulfur Iodatum. Sin embargo, el tratamiento preventivo de la bronquiolitis es ante todo un tratamiento de base, por lo que corresponde al médico homeópata adaptar la prescripción para prevenir la aparición de nuevos ataques.
Desde el inicio de la enfermedad, es imperativo consultar a un médico para que evalúe la gravedad de la situación y decida qué medidas tomar. Aunque el tratamiento homeopático aporta una mejoría significativa en la gran mayoría de los casos, es esencial buscar el consejo de un profesional de la salud para prevenir cualquier empeoramiento de la afección. Del mismo modo, si los síntomas persisten y empeoran después de la consulta, es especialmente importante acudir a una segunda consulta paraevitar cualquier riesgo de dificultad respiratoria.
La homeopatía puede utilizarse junto con los tratamientos convencionales para aliviar los síntomas de estas afecciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Por ejemplo, el medicamento Arsenicum album suele utilizarse en casos de asma aguda, mientras que el Sambucus nigra suele recomendarse en casos de tos seca y dificultades respiratorias.