Molestias, dolores, picores o hemorragias... Las hemorroides pueden convertirse en un verdadero hándicap en la vida cotidiana. En Soin-et-Nature, encontrará una selección de tratamientos homeopáticos específicos para aliviar con suavidad los trastornos de la zona anal, sin dañar el organismo. A base de cepas reconocidas como Hamamelis, Paeonia o Nux vomica, estos remedios naturales ayudan a reducir la inflamación y los síntomas respetando el equilibrio del plexo hemorroidal.
Las hemorroides siempre han sido una afección frecuente que puede afectar a cualquier persona, pero sobre todo a los adultos, especialmente a las mujeres embarazadas y a los ancianos. Los ataques de hemorroides se manifiestan en forma de picor, dolor insoportable y a veces incluso sangrado de gravedad variable, según los casos. Hay muchas opciones de tratamiento, desde cremas tópicas hasta cirugía, según la gravedad del ataque. Pero hay otra solución: la homeopatía. Es natural y eficaz.
Normalmente, las hemorroides son formaciones venosas indoloras situadas alrededor y dentro del ano y el recto. Los problemas surgen cuando se produce un ataque hemorroidal, causado por una dilatación anormal de estas venas. Estos vasos pueden salirse y formar una "bola" en el ano.
Los síntomas son ocasionales y fácilmente reconocibles: picor cerca del ano, molestias al sentarse y sangrado al defecar.
Los tratamientos antihemorroidales consisten en aliviar el dolor y reducir la inflamación, que desempeña un papel importante durante los brotes hemorroidales.
Las hemorroides son varices en la mucosa del ano y el recto. Se distingue entre hemorroides internas, visibles por anoscopia, y hemorroides externas, que sobresalen del borde del ano. Dependiendo de su gravedad, hay varias formas de aliviar las hemorroides o incluso eliminarlas. La primera es seguir una dieta sana, comiendo muchos alimentos que contengan fibra (verduras y fruta) y evitando alimentos como las especias, el alcohol y el café.
En resumen, las hemorroides son una dilatación de los vasos del plexo hemorroidal en el canal anal. Los síntomas incluyen irritación y sangrado. Las hemorroides trombosadas suelen ser dolorosas.
La almohadilla hemorroidal está formada por un complejo vascular arteriovenoso que se irriga desde la arteria rectal superior a través de las arterias hemorroidales superior y media. El drenaje se realiza a través de las venas hemorroidales que circulan por el aparato esfinteriano. Por lo tanto, las almohadillas hemorroidales están recubiertas de mucosa y se encuentran en una gruesa capa submucosa de tejido conjuntivo y células musculares lisas por encima de la línea pectínea (cuerpo cavernoso del recto).
Se mantienen en su posición gracias a las fibras de tejido conjuntivo que ejercen tracción hacia el músculo del esfínter anal interno. Las hemorroides se producen cuando el cojín vascular está más desarrollado de lo normal. Las localizaciones típicas de las hemorroides se indican a las 3, 7 y 11 horas en posición de litotomía, aunque existe una considerable variabilidad entre individuos. Se distinguen de la mucosa rectal por su color más violáceo.
La causa postulada del agrandamiento de las hemorroides es la congestión venosa con la consiguiente hiperplasia del cuerpo cavernoso rectal y el deslizamiento del tejido hacia el canal anal. Un aumento del tono en reposo del esfínter y un prolapso del plexo hemorroidal pueden estar en el origen del trastorno del flujo venoso. Es posible que una pérdida funcional del ligamento suspensorio situado alrededor y por encima del complejo vascular arteriovenoso y formado por fibras musculares y fibras elásticas de tejido conjuntivo, asociada a un consiguiente descenso de la mucosa, sea un factor causal independiente.
Las nuevas evaluaciones morfológicas y hemodinámicas del plexo vascular anorrectal también han demostrado que las circunvoluciones vasculares tienen un mecanismo de contracción intrínseco formado por células musculares lisas, que regulan el suministro y la eliminación del volumen sanguíneo y su velocidad de flujo dentro de los vasos. La destrucción de este sistema regulador, con la sustitución de las células musculares por fibras de tejido conjuntivo, conduce a la formación de hemorroides. La composición del colágeno también parece entrar en juego; los estudios han demostrado un aumento de las metaloproteinasas de matriz en este colágeno.
De hecho, es fácil imaginar que la irritación mecánica (por ejemplo, debida a la diarrea, las heces duras o la manipulación) o el aumento de la presión intraabdominal (como en el embarazo, la adiposidad visceral, la ascitis, etc.) ejercen una influencia en estos mecanismos fisiopatológicos, pero no se ha demostrado que estos elementos sean la causa.
El papel fisiológico del cojín vascular es garantizar la continencia fecal, en colaboración con el sistema esfinteriano. La yuxtaposición de los pliegues mucosos hace que el canal anal sea impermeable a las heces líquidas y al aire. Esto garantiza entre un 15 y un 20% de continencia.
Hay que distinguir entre las hemorroides "internas" y las hemorroides denominadas anteriormente hemorroides externas (ahora conocidas como venas perianales), que están formadas por un plexo vascular perianal subcutáneo recubierto de piel.
En el caso de las hemorroides internas, el médico puede recurrir a la fotocoagulación de las zonas hemorroidales o al nitrógeno líquido. Las hemorroides internas se manifiestan generalmente por sangrado tras la defecación; la sangre puede verse en el papel y a veces en la taza del váter. Las hemorroides internas pueden ser molestas, pero no son tan dolorosas como las hemorroides externas trombosadas. A veces producen secreciones mucosas y una sensación de evacuación incompleta.
Para tratar las hemorroides externas se siguen utilizando varios métodos: la ligadura elástica, que desvitaliza las hemorroides, la fotocoagulación y la inyección de productos que provocan esclerosis directamente en las hemorroides (de 4 a 6 inyecciones sucesivas - buenos resultados). Esta última técnica también se conoce como escleroterapia. Las hemorroides externas pueden trombosarse y provocar una hinchazón violácea dolorosa. En raras ocasiones, pueden ulcerarse y provocar una pequeña hemorragia. La limpieza de la zona anal puede resultar difícil.
Uno de los tratamientos naturales más eficaces es la homeopatía. Además de ser fácil de utilizar, no presenta ningún riesgo de efectos secundarios. Cuando se produzca un ataque hemorroidal, tome medidas inmediatas para limitar las complicaciones. Puedes optar por una de las siguientes soluciones homeopáticas:
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