Soin-et-Nature ofrece una gama completa de medicamentos antifúngicos diseñados para tratar eficazmente todo tipo de infecciones fúngicas de la piel, la zona íntima o el tubo digestivo. Cremas, pomadas, polvos, soluciones orales o barnices: tratamientos específicos para aliviar rápidamente los síntomas, detener la proliferación de hongos y limitar las recidivas, preservando al mismo tiempo el equilibrio natural de la piel y las mucosas.
¿Sufre de picores persistentes, rojeces, pie de atleta o candidiasis recurrente? Puede estar seguro de que los tratamientos anti fúngicos pueden aliviar eficazmente estas afecciones. Esta categoría engloba todas las soluciones destinadas a tratar las infecciones causadas por hongos microscópicos. Cremas, polvos, cápsulas, óvulos o soluciones orales: cada forma galénica tiene sus características específicas, y podemos ayudarle a elegir la que mejor se adapte a su situación.
En esta ficha te ofrecemos una orientación detallada: una presentación de los antifúngicos, sus diferentes formas, las mejores prácticas de uso y consejos para limitar las recidivas. También encontrará la opinión de un farmacéutico y recomendaciones de un naturópata para fortalecer su organismo y recuperar un bienestar duradero.
Los antifúngicos (o antimicóticos) son medicamentos diseñados para erradicar o detener el crecimiento de los hongos patógenos responsables de las infecciones, conocidas como micosis. Estas infecciones pueden afectar a diferentes zonas del cuerpo: la piel, las uñas, el cuero cabelludo, la boca, los pliegues cutáneos y las zonas íntimas.
¿Cómo actúan?
Los antifúngicos pueden ser fungistáticos (bloquean la proliferación de hongos) o fungicidas (destruyen los hongos). Actúan alterando la membrana celular de los hongos o inhibiendo enzimas esenciales para su supervivencia. Cada clase de fármaco se dirige a un tipo muy específico de infección.
Existen multitud de formas galénicas adaptadas a cada tipo de infección fúngica. Éstas son las principales categorías que encontrará en nuestra sección de antifúngicos:
Cada solución se adapta a un tipo específico de infección, localización y duración de su desarrollo. La elección depende de sus síntomas, su historial médico y sus preferencias de uso.
Aunque el tratamiento antifúngico es esencial, unos buenos hábitos cotidianos marcan la diferencia. He aquí nuestras recomendaciones prácticas:
Estas sencillas medidas son la clave para una curación duradera y una mejor higiene antifúngica.
El reflejo antifúngico consiste en actuar al primer signo del problema: enrojecimiento localizado, pequeñas ampollas, grietas, picor o secreción inusual. ¿Por qué hay que actuar así? Porque una infección fúngica no tratada se extiende y es más difícil de erradicar.
Su farmacéutico le ayudará a elegir la forma, la dosis y la duración adecuadas. También puede recomendarle soluciones combinadas (crema + polvo, óvulo + crema externa, etc.) para optimizar los efectos del tratamiento.
Por último, le alertará de las situaciones en las que es necesaria una consulta médica: micosis recurrentes, daños en las uñas, daños en zonas sensibles o mujeres embarazadas.
¿Y si también tratas las afecciones que favorecen la aparición de hongos? La medicina naturista puede echarte una mano reforzando tus defensas naturales y modulando tu flora cutánea, intestinal o vaginal.
He aquí nuestros consejos naturales favoritos:
La prevención también pasa por un estilo de vida equilibrado en general: sueño, gestión del estrés, ejercicio regular... todo cuenta para evitar las recidivas y mantener una piel sana.
El tratamiento de los trastornos femeninos se basa en soluciones farmacéuticas específicas adaptadas a cada patología: