Los problemas de encías pueden deberse a diversos factores, como la placa bacteriana, el tabaquismo, una higiene bucal deficiente, ciertas enfermedades como la diabetes y factores genéticos. Mantener una buena higiene dental diaria, que incluya cepillarse los dientes dos veces al día y usar hilo dental, es crucial para prevenir la acumulación de placa, que es la principal causa de la gingivitis y la enfermedad periodontal.
Las encías sanas son firmes, no sangran al cepillarse ni al usar hilo dental y son de color rosa pálido. Cualquier cambio de color, hinchazón, sangrado o dolor puede ser un signo de inflamación o enfermedad de las encías y debe ser evaluado por un profesional dental.
Para mantener las encías sanas, adopte las siguientes prácticas:
Fumar es un factor de riesgo importante para el desarrollo de la enfermedad de las encías. Interfiere en el funcionamiento normal de las células del tejido gingival, lo que hace que las encías sean más vulnerables a las infecciones y ralentiza el proceso de curación.
Una buena nutrición desempeña un papel crucial en la salud de las encías. Las vitaminas y los minerales, como la vitamina C, la vitamina D, el calcio y el fósforo, son esenciales para mantener la integridad del periodonto. Incluir alimentos ricos en estos nutrientes puede ayudar a prevenir las enfermedades de las encías.
Los primeros signos suelen ser encías que sangran con facilidad, enrojecimiento, hinchazón, aumento de la sensibilidad y mal aliento persistente. Si se presentan estos síntomas, es aconsejable consultar a un dentista para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Si no se trata, la enfermedad de las encías puede evolucionar a periodontitis, que puede provocar la pérdida de dientes y daños irreversibles en los tejidos de soporte de los dientes. Además, las investigaciones sugieren vínculos entre la enfermedad periodontal y otras afecciones sistémicas como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y las complicaciones durante el embarazo.
La gingivitis, la fase inicial de la enfermedad de las encías, es reversible con un tratamiento adecuado y una buena higiene bucal. Sin embargo, la periodontitis, una forma más avanzada, suele requerir intervenciones más complejas, como el raspado y el alisado radicular, y puede ser más difícil de revertir.
El estrés puede afectar negativamente a la salud de las encías al debilitar el sistema inmunitario y hacer que el organismo sea menos capaz de combatir las infecciones que causan la enfermedad de las encías. Además, el estrés puede llevar a hábitos perjudiciales como rechinar los dientes, lo que puede agravar los problemas existentes.
Los avances recientes incluyen el uso de tecnología láser para eliminar la placa y el sarro de forma menos invasiva, así como el desarrollo de nuevos antimicrobianos y técnicas de regeneración tisular que ayudan a restaurar el tejido dañado de las encías. Estas innovaciones siguen transformando las opciones de tratamiento para los pacientes con enfermedades de las encías.