Durante el embarazo, el uso de complementos alimenticios con fines terapéuticos no es insignificante y puede ser peligroso en algunos casos tanto para la madre como para el feto.
Esta es la razón por la cual una mujer embarazada debe consultar a un médico antes de recurrir a los suplementos dietéticos
Si el embarazo es un estado natural temporal y no una enfermedad, todavía es un período que puede presentar algunos inconvenientes: náuseas, estreñimiento, dolores de cabeza, piernas pesadas, etc. Sin embargo, la automedicación está absolutamente prohibida, ya sea con medicamentos usados habitualmente o con suplementos alimenticios.
Para evitar accidentes, es esencial consultar a un médico antes de tomar cualquier suplemento alimenticio. De hecho, los suplementos dietéticos no son seguros para el feto. Por ejemplo, ciertos suplementos dietéticos para promover la digestión contienen plantas que tienen propiedades estimulantes en los músculos del útero y es probable que desencadenen un aborto espontáneo.
Las mismas precauciones son necesarias durante la lactancia. De hecho, no debemos olvidar que todas las sustancias absorbidas por la madre pueden pasar a la leche materna y tener un efecto en el recién nacido.
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